Desde la barra, ya hacía un largo tiempo, el camarero observaba al hombre parado extrañamente frente al espejo. Estaba acostumbrado a ver personajes así. Uno de tantos aspirantes y soñadores que piensan que por tomar un café en un lugar como aquél milagrosamente tendrían el don de la palabra.
No sabía por qué, aún así, aquél hombre llamaba su atención. Quizás fue por la forma en que se miraba a sí mismo en el espejo, sonriendo, sin estridencia pero con una profundidad enigmática que no lograba captar si era de alegría o tristeza. Sin duda, le sorprendió su actitud cuando el hombre expresó claramente:
— ¡Te atrapé! ¡Eras tú! ¿Cómo no lo entendí antes?
“El eco de las palabras”
Juan Lirio Castro
Talavera de la Reina, Abril 2012
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¿Qué pensáis que ha “atrapado” el hombre del relato?
En esta actividad os proponemos este texto como final de una historia, de la que vosotros debéis escribir el principio y el nudo.
Buenas tardes todo llega estamos apunto de cerrar el curso de taller literario dirigido por Juan y ROSA dirigiendo eL Blog ambos dirido muy y bien aprovechado, gracias por todo
ResponderEliminarAndres alias MILES
Si creamos una historia, ¿es posible hacérselo llegar?
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